viernes, 2 de marzo de 2012

DEL MORRAL A LA ESCOPETA

Hola, he ganado en una pagina de Internet unas entradas vip para la feria de caza FICAAR 2012 de Madrid, aquí os dejo el enlace de la pagina donde esta el relato y ademas os le pongo en el blog para que le podáis leer, un saludo a todos.
El enlace: http://www.tuportaldecaza.com/index.php/es/experiencias/49-general/163-del-morral-a-la-escopeta

DEL MORRAL A LA ESCOPETA
Mi memoria recuerda mis inicios de morralero a partir de los 8 o 9 años de edad, que fue cuando empecé a acompañar a mi tío Antonio, que gran parte de lo que se de la caza se lo debo a él.

Como todo cazador, creo que antes de ser cazador se es morralero. Desde muy pequeño me ha encantado acompañar a mis tíos en las jornadas cinegéticas y me iban dando las piezas de caza que iban matando.
En las largas jornadas de caza para un chaval de 8 o 9 años se le hacen a veces muy pesadas (aunque a uno le guste), porque con esa edad no aguantas las distancias recorridas por los cazadores, aunque siempre intentas ponerte a su nivel para no perderte el vuelo de la perdiz o el visto y no visto del esquivo conejo o el precioso arranque de la liebre.
Jornada tras jornada acompañando a mi tío Antonio he ido aprendiendo cada una de las especies de la caza menor y sobre todo a saber respetarla. He aprendido como y dónde se deben de buscar cada especie y escuchando con toda la atención del mundo las explicaciones de mi tío.
Ya con 12 o 13 años, pero todavía con el morral en la espalda me dice mi tío que si quiero pegar mi primer tiro con su paralela, pero no fui capaz de tirar ese tiro hasta pasadas unas cuantas jornadas de caza por miedo a que me hiciese daño el retroceso de la escopeta.
Pero por fin un día me decidí a tirar el primer tiro y mi tío me explico como encararme la escopeta, como ponerme la culata, etc... Y una vez explicado bien eso...PUM!! Pegue un tiro a un girasol aunque no di al girasol que quería...pero eso ya no importaba... ¡había pegado mi primer tiro!
Y siguieron pasando los años y las preciosas jornadas de caza y los preciosos lances...hasta que con 15 años y al haber aprobado todas las asignaturas del instituto, mis padres me dieron autorización para sacarme el permiso de armas.
El paso de morralero a cazador.
Todo el mes de Junio y Julio estuve estudiando para hacer los test del permiso de armas y el día 31 de julio de 2008 me presente al examen. El test le hice en 10 minutos y no tuve ningún fallo, y una vez terminado el test nos fuimos a la prueba practica que también la pase a la primera, al finalizar la prueba era APTO para tener permiso de armas.
Un día antes de que comenzara la media veda fui a por el permiso de armas, estaba algo nervioso porque no sabia si le iban a tener listo y de no ser así me perdería los primeros días de la media veda...pero no fue así.
La noche de antes de que se abriera la media veda me levante varias veces a revisar todo el equipo de caza, la canana con sus cartuchos, documentación, chaleco, pantalones, botas, etc... Y el día 15 de Agosto a las 6:00 de la mañana me levante y me empecé a preparar.
A las 7:00 salimos hacia el coto de caza y a los 10 o 15 minutos de empezar a cazar los perros levantaron una codorniz...me encare la escopeta como me había enseñado mi tío... y casi cuando estaba escondiéndose entre la maleza...disparé. No sabia con exactitud si la había dado y fui con los perros a mirar y para mi alegría allí estaba...mi primera codorniz. Ese día entre mi tío y yo hicimos una percha de 13 codornices.
Se acabó la media veda y ya contaba los días para que se abriera la General que comenzó en octubre.
Si la noche anterior al primer día de la media veda dormí un par de horas, la noche anterior a el primer día de la general no dormí nada...me pase la noche mirando el despertador.
A las 7:00 nos fuimos hacia el coto y nervioso comencé la jornada. Nos fuimos a unos barrancos y nada mas llegar vi asomar un conejo y de un certero disparo mate mi primer conejo. Al cabo de terminar de dar el barranco yo llevaba 4 conejos y mi tío 2.
Nos alejamos del barranco y nos fuimos a ver si matábamos alguna perdiz.
Yo iba bordeando una tierra de girasoles acompañado con una perrita llamada Lasy y de raza ratonera que me gusta llevármela de caza y esa perrita me levantó una liebre de su cama que también acabo en el morral, me lo estaba pasando como nunca. Más adelante vi salir una perdiz larga pero mi disparo fue en vano y la perdiz no cayó o como se dice...se fue a criar.
Cuando ya nos íbamos hacia el coche mi perra hizo saltar una perdiz y esta vez si que la di...¡¡ valla percha llevaba!! , yo estaba más contento que todas las personas del mundo, que todos menos de una...mi tío estaba aun más contento que yo, porque veía que todo lo que me había dicho, había servido de algo.
Ese día acabamos con una percha de 6 conejos, 1 perdiz y 1 liebre y fue impresionante.
Para terminar quiero dedicar este relato a mis tíos, Antonio, Eduardo y Vicente por todo lo que me han enseñado a lo largo de estos años y los que le quedan por enseñarme, pero en especial a Antonio que ha sido con el que mas lances y jornadas he compartido y el que más me ha enseñado de la caza. Este relato va por ti, gracias tío Antonio.